Louise Brown, el primer «bebé de tubo de ensayo», visita la Clínica Tambre, una institución líder en fertilización in vitro

Louise Brown visita clinica Tambre

El alumbramiento de Louise Brown en 1978, la primera persona en el mundo nacida mediante fertilización in vitro, fue celebrado en aquel entonces como el mayor triunfo científico del siglo XX.

Louise Brown en su visita a clínica Tambre
Louise Brown en su visita a Tambre

«Nací en julio de 1978, siendo así el primer bebé gestado por fertilización in vitro. En esa época, esta clínica ya había sido establecida por el doctor Caballero Peregrín con el fin de asistir a las mujeres que deseaban ser madres. Actualmente, los procedimientos de fertilización in vitro se realizan exitosamente todos los días y existen millones de bebés que han visto la luz gracias a los métodos de reproducción asistida». Estas fueron las palabras de agradecimiento de Louise Brown, la primera persona en el mundo nacida gracias a la fertilización in vitro, durante su visita este miércoles a la Clínica Tambre de Madrid. Este reconocido centro, precursor en la implementación de la fertilización in vitro en nuestro país, celebra este año su 45 aniversario, la misma edad que cumplirá Louise el próximo 25 de julio.

Puertas abiertas en clínica Tambre

Durante la jornada de puertas abiertas que se celebró la mañana del miércoles 31 de mayo, Louise Brown tuvo la oportunidad de compartir en primera persona su historia y su vivencia. Recordada como el primer «bebé de tubo de ensayo», el nacimiento de Louise fue catalogado en su momento como el más grande avance científico del siglo XX.

Louise Brown en clinica Tambre
Louise Brown en clínica Tambre

Nacida el 25 de julio de 1978 en el Hospital Royal Oldham de Manchester, en 2015 Louise lanzó su autobiografía titulada «My life as the world’s first test tube baby» (‘Mi vida como la primera bebé de tubo de ensayo’). En estos momentos, se encuentra de visita en España con motivo del Día Mundial de la Fertilidad que se celebra el 4 de junio y del 45º aniversario de la Clínica Tambre, uno de los centros más innovadores de Madrid. Este centro fue creado gracias al doctor Pedro Caballero Peregrín, quien se desempeñó como presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) entre 1998 y 2000.

«Hoy estamos aquí congregados para conmemorar un hito impresionante: El cuadragésimo quinto aniversario de nuestro establecimiento, la Clínica Tambre. Este es para mí un momento cargado de emociones, reflexiones y agradecimiento, pero todo esto no habría sido factible si no hubiera sido por el nacimiento del primer bebé concebido por fertilización in vitro en el mundo. El nacimiento de Louise Brown en junio de 1978 hizo posible que muchas familias cumplieran su anhelo de ver nacer a su bebé», declara Inge Kormelink, CEO de Tambre.

La reproducción asistida en la actualidad

En la actualidad, España se posiciona a la vanguardia en reproducción asistida en Europa, con 110,000 procedimientos anuales, superando a naciones como Rusia y Francia, de acuerdo a datos proporcionados por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE).

Así lo confirma la Dra. Laura García de Miguel, Directora Médica de la Clínica Tambre: «La reproducción asistida ha experimentado una enorme evolución en estos 45 años. Los métodos son mucho más sofisticados y hoy en día los tratamientos de Fertilización in Vitro son mucho más integrales. La Clínica Tambre dispone de tecnologías de punta, lo que favorece su posicionamiento como una de las clínicas más destacadas en el ámbito de la fertilidad en España y Europa».

El origen de la tecnología de la vida

La fecundación in vitro es una de las técnicas de reproducción asistida más populares. Según los últimos datos, unos ocho millones de personas han nacido gracias a ella durante estos más de 40 años. En buena medida por su sencillez: brevemente, consiste en extraer ovocitos del ovario de una mujer, madurarlos de forma artificial, inseminarlos in vitro (normalmente a través de lo que se conoce como ‘inyección introcitoplástica de espermatozoides»), cultivar los embriones, seleccionarlos e implantarlos en el útero para que, si todo va a bien, la gestación comience y llegue a término.

Con el tiempo, llegaron las técnicas de congelación (a mediados de los 80), algo que permitió facilitar el proceso e incrementar las opciones de éxito. Se abandonó la dolorosa laparoscopia a la hora de ‘recolectar’ ovocitos y se mejoró la técnica para abordar los problemas de fertilidad masculina. Bajo el precio, se incluyó en muchos sistemas de salud y, en cierta forma (aunque no del todo), se democratizó.

Las consecuencias de ese embarazo aún las sentimos hoy: cosas como la ‘gestación subrogada‘ tienen su origen en el debate que ya se empezó a incubar en aquellos años de la década de los 70. Y más allá, fue la antesala de los problemas que hoy empiezan a tomar cuerpo.

Brown ha estado sana, ha tenido hijas y, según sus propias palabras, ha sido feliz. El mundo, pese a lo problemas iniciales, se adaptó rápidamente a esta nueva realidad y la maternidad demostró ser un concepto mucho más flexible de lo que parecía. Hace 45 años que se abrieron las puertas de la reproducción.