La blefaroplastia, uno de los procedimientos estéticos más populares, ocupa el tercer lugar en las solicitudes de cirugía estética en España, después de la liposucción y la abdominoplastia. Aunque es un tratamiento agresivo, existen alternativas menos invasivas y igualmente efectivas para disimular los signos de envejecimiento y lograr resultados visibles.
¿Qué es la blefaroplastia sin cirugía?
La blefaroplastia se enfoca en rejuvenecer y corregir la apariencia de los párpados, ya sea en el párpado superior, donde el exceso de piel y grasa puede causar la caída del párpado y afectar la visión al obstruir parcialmente el ojo, o en el párpado inferior, donde se tratan las bolsas que se forman y provocan hinchazón en la zona de las ojeras. Además de optar por técnicas de maquillaje para ocultar estos problemas, también es posible recurrir a tratamientos menos invasivos con resultados notables.
La blefaroplastia no quirúrgica ofrece una solución sencilla para eliminar el exceso de piel en los párpados sin tener que someterse a una cirugía.
La piel sobrante en el párpado superior que cae sobre el ojo, dando un aspecto de cansancio y restando vitalidad, así como la piel del párpado inferior que se acompaña de bolsas o presenta arrugas finas y deshidratación, son problemas que pueden ser difíciles de abordar sin recurrir a intervenciones más invasivas.
Tanto hombres como mujeres que buscan soluciones para los párpados caídos, bolsas o patas de gallo suelen tener claro que desean evitar la cirugía.
La clave está en lograr que la piel se retraiga sin necesidad de realizar incisiones o recurrir a procedimientos quirúrgicos.
Tipos de tratamientos:
Láser CO2
El tratamiento con láser de CO2 permite la vaporización selectiva de las áreas de piel sobrante, lo que provoca una retracción inmediata de la misma.
Se trabaja punto por punto utilizando una técnica similar a la tecnología de plasma. Con el láser de CO2, es posible ajustar la vaporización de cada zona del párpado de acuerdo a sus necesidades, como el tipo de piel, su grosor y la cantidad de exceso de piel, al modificar los parámetros del dispositivo. Cada disparo genera una retracción precisa en la piel, que es igual a la anterior cuando se utilizan los mismos parámetros.
Este procedimiento se realiza en consulta, de forma ambulatoria y solo requiere anestesia tópica en crema. De esta manera, se logra eliminar el exceso de piel de los párpados.
Plasma Pen
El Plasma Pen produce una retracción en la piel del párpado, eliminando el pliegue que afecta la apertura del ojo. Este tratamiento se realiza en la clínica, sin necesidad de someterse a una intervención quirúrgica en un quirófano.
El Plasma Pen utiliza una carga electromagnética que genera un rayo de microplasma fraccionado (ionización de gases en el aire). No hay contacto directo con la piel y no se producen daños dérmicos. A través del plasma, se estimula la producción activa de colágeno y elastina, lo que tensa la piel de manera natural, efectiva e inmediata.
Los resultados se pueden observar con una sola sesión, dependiendo de la zona tratada, y son duraderos en el tiempo.
Thermage Eye
Este tratamiento no quirúrgico, sin agujas y sin anestesia, permite suavizar y mejorar la apariencia cansada y caída de los ojos. Además, aporta luminosidad a la mirada en una sola sesión.
La técnica Thermage, mediante su tecnología de radiofrecuencia, calienta de manera segura la dermis y llega a las capas más profundas de la piel, lo que produce un doble efecto: estimula la síntesis de colágeno existente y promueve la formación de nuevo colágeno.
Esto genera un efecto tensor y reafirmante en la piel, proporcionando una apariencia más compacta.
¿Diferencias entre la blefaroplastia convencional y láser?
El uso del láser puede ofrecer beneficios como una menor inflamación y hematomas postoperatorios, así como la posibilidad de realizar una cirugía precisa y rápida con un mínimo sangrado. Sin embargo, también existen otras técnicas convencionales que pueden reducir el sangrado durante la cirugía. Es importante tener en cuenta que la blefaroplastia con láser es un procedimiento más costoso y requiere un manejo más complejo de la aparatología utilizada.
Se ha observado que con el bisturí, la cicatrización de la incisión es más rápida en comparación con el láser, lo que implica que los puntos puedan retirarse antes. Además, con el láser, la herida tarda de 3 a 6 semanas en recuperar su resistencia a la tensión, mientras que con el método tradicional solo se requiere una semana.
El uso del láser es más común en la blefaroplastia transconjuntival inferior para resecar las bolsas palpebrales, pero también puede emplearse en la blefaroplastia de los párpados superiores. Además, en ocasiones se utiliza el láser para realizar un resurfacing de la piel palpebral y tratar arrugas y patas de gallo, logrando una retracción y mejorando el aspecto de la zona. En algunos casos, se pueden asociar otras técnicas, como la elevación o suspensión de la ceja, o realizar una cantopexia si es necesario.